Jamás he podido ver nada.

Al principio,el camino de mi vida estaba ligeramente iluminado,lo justocomo para ver los pasos,los sitios por donde mi cuerpo,mi alma y mimente andaban cansada,cada pequeño pasito que daba,me acercaba más ymás a la luz que tanto anhelaba,pero llegó el maldito punto en elque,apunto de alcanzarla,esa luz brillaba tanto que me cegaba,no mequedó más remedio que cerrar los ojos en mitad de mi recorrido,primerofue algo normal,no había ni baches,ni lastres,ni rivales,tampoco pesoque aguantar,llegaron las piedras,de un lugar,de donde procede mi padrequizás,del bar,empecé a caer¿joder,esto que coño es?quería mirarabajo,pero ese destello infinito seguía haciendo su trabajo,joderme la  existencia,pero yo no quería ir hacia atrás ni para cojer carrerilla,melevanté,trpecé,caí,aprendí,mil veces a reir de la sangre que brotaba de heridas mentales,tambien de las superficiales,esa luz quemaba cada vezmás,yo,cansada,quemada,vacía,sentía que o seguia o mi vida terminaría,yallí esaba yo,suplicando perdón sin saber porqué y queriendo morir depie,su maldita,pero pura intensidad empezó a bajar,veía mejor,esquivabalas piedras,para no volver a lo mismo,esta vez sin razón,pero acabótoda la fuerza de ese foco junto a mis fuerzas,poco a poco,volviendo arendirme por no saber levantarme,pero él llegó,se presento,en unsilencio infinito escuché:shh,tranquila,conmigo no te sentirás peor,me concedió la mano sin pedir nada a cambio,pero consiguió el cambio,el demi vida,yo,sin ver nada,puede,pero con el erreapé a mi lado,me enseñócomo un buen profesor a correr por caminos plagados y anegados deerrores,palizas,tropezones,razones,mil cosas y,sin verlas,ya sabíaperfectamente donde se encontraban,saltaba,salto,las críticas,eldolor,el odio,las botellas que mi padre me lanzó,que me lanza,mis temores y aun agarrada a la mano de mi mayor esperanza,mi únicaconfianza,el rap,gracias por apagar tu luz,papá.