Nose lo que siento hasta que lo escribo.
Me creí salvadora, me creí ángel guardian, sin que nadie me prometiese que fuera a salir bien, maldecí.
Empecé a sospechar que en las noches libres, hasta el diablo te pretende.
Sabía que cualquier despiste me haría sinónimo de olvido.
Me negué rotundamente al desahogo en la bebida.
Llevé la palabra respeto como consigna.
Me abrí paso entre gigantes y campos de rimas.
Abrí la boca sólo para sonreir.
Llevé sus labios por bandera y el viento la ondeó tanto, que se desvaneció.
Mi tristeza no fue tanta.
Afirmé con la cabeza cuando me dijeron que hamor se escribe con H.
Me senté en aquel banco a recordar.
Pensé que iba a ser bastante.
Dije basta, dije aunque me cueste, dije ya no más.
Me frustré con aquella atracción ausente.
Lloré a morir con aquel '' no lo se ''.
Reí con aquellos saltos, gritos, cantos...
Me dijeron que odiar a la bebida era sólo una excusa para no odiar al bebedor.
Seguí a la lluvia y mi sonrisa me reconfortó.
Miré atrás y me excusé.
Confesé que fue irónico que él dijera que embriado mi padre perecerá y que yo, seré feliz junto a él para siempre.
Aprendí con el rap.
Entendí que con la familia, tambien se puede romper.
Pensé que pensando que no iba a llegar, no llegaría.
Escribí para enseñar mis cicatrices con orgullo.
Quise que me quisiera, y acabé herida.
Aguanté la tormenta con la cabeza bien alta.
Algunos de mis sueños se convirtieron en mentiras con demasiadas verdades.
Suspiré por la ventana e imaginé forjar un futuro fuerte como mi mentalidad.
Me creí salvadora, me creí ángel guardian, sin que nadie me prometiese que fuera a salir bien, maldecí.
Empecé a sospechar que en las noches libres, hasta el diablo te pretende.
Sabía que cualquier despiste me haría sinónimo de olvido.
Me negué rotundamente al desahogo en la bebida.
Llevé la palabra respeto como consigna.
Me abrí paso entre gigantes y campos de rimas.
Abrí la boca sólo para sonreir.
Llevé sus labios por bandera y el viento la ondeó tanto, que se desvaneció.
Mi tristeza no fue tanta.
Afirmé con la cabeza cuando me dijeron que hamor se escribe con H.
Me senté en aquel banco a recordar.
Pensé que iba a ser bastante.
Dije basta, dije aunque me cueste, dije ya no más.
Me frustré con aquella atracción ausente.
Lloré a morir con aquel '' no lo se ''.
Reí con aquellos saltos, gritos, cantos...
Me dijeron que odiar a la bebida era sólo una excusa para no odiar al bebedor.
Seguí a la lluvia y mi sonrisa me reconfortó.
Miré atrás y me excusé.
Confesé que fue irónico que él dijera que embriado mi padre perecerá y que yo, seré feliz junto a él para siempre.
Aprendí con el rap.
Entendí que con la familia, tambien se puede romper.
Pensé que pensando que no iba a llegar, no llegaría.
Escribí para enseñar mis cicatrices con orgullo.
Quise que me quisiera, y acabé herida.
Aguanté la tormenta con la cabeza bien alta.
Algunos de mis sueños se convirtieron en mentiras con demasiadas verdades.
Suspiré por la ventana e imaginé forjar un futuro fuerte como mi mentalidad.
Me arrepentí, lloré, lo quise, lo extrañé, lo amé, lo odie, le supliqué, me enfadé, pero alfinal volví a pensar en él para pensar en mi y... de manera literal, desapareció de mi vida.
Supliqué que no fuera literal.
Miré millones de recuerdos con la esperanza de que no me hicieran daño.
Nosé por qué, un día, decidí dejar de ser una víctima y empecé a vivir en el presente y no en mi pasado.
Y esque hoy, ya no lloro, ya no suplico, ya no pienso en su bien, sino en el mio.
Y esque hoy, sigo con los mismos sentimientos que ayer, pero los afronto de una manera diferente.
Y esque hoy, se con seguridad que todo se pone en su lugar.
Y esque hoy...
Lo conseguí.
Otra vez.
Lo conseguí.
Salí adelante, más fuerte, más segura.
¿tengo más problemas? si. Pero tambien, más fuerzas y sobretodo, más ganas de encontrar soluciones.
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