domingo, 4 de septiembre de 2011

De esas, supongo.


Mirando, nosé...
Sólo sentí el aire caminando con la lluvia de telón de fondo... asfixiada, robándole mil latidos a mi cuerpo.
Cada vez más cambiada, menos crédula, defendiendo lo indefendible, menos cuerda, más loca.
Mil vueltas a todo, mareada de pensamientos consentidos totalmente prohibidos por mí.
A veces me arrepiento, otras, no quiero desecharme de nada, otras, suplico, otras, río, otras, lloro, pero...acabo mandándolo todo a la mierda, soy así.
No quieras verme enfadada, tengo demasiada furia acumulada y mi silencio esconde demasiadas palabras, quizás de aí mi tranquilidad, por ahora.
Quiero lo que no puedo tener y tengo lo que no quiero tener, pero quiero seguir al máximo, y eso me va a matar.
Intenté pintar de colores un mundo demasiado gris, y fue absolutamente en vano, acepté que sólo necesitaba el color azul.
Tiendo a, caracter positivo, tanto como depresivo.
Puf, mejor...hablamos otro día, hoy el dolor es insoportable.
Esta mañana me moría, que cara de lástima, dolor...pero ya me da igual, mal.
Que bien, que regular o que bonito es el amor, pero llévalo bien lejos, mejor, llévalo bien lejos.
No quiero saber nada, sólo mi cama y mi almohada.
Quiero hacer lo que quiera, y como no puedo, cierro la puerta, cojo la libreta y entonces las palabras mágicas: mara, ¿recuerdas?.
Lo más cercano a la libertad, para mí, es no acabar de escribir nunca, jamás.
Siempre fui una quejica, pero valorando.
Años de quemarme y de malestar, ¿tú qué me vas a contar? no me molesto ni en explicar.
Te puedo llevar a lo podrido de este foso, porque todo muere cuando algo es algo más que caluroso.
No soy, tanto como dicen, pero mucho más de los que dicen otros.
Soy peligrosa, no juegues conmigo.
¡A tomar por culo!.
Cuando veo como os olvidáis de todo, cuando veo como me traicionan, me cuesta perdonar.
Ciegos no ven que ellos mismo se abandonan.
Un día avisé de que todo llegará con gritos silenciosos, tal como mis palabras.
¡Hijos de puta!.
Mírale, se esconden.
Los olvido rápido, acostumbrada ya a que me engañen.
Te criticarán a muerte todo lo que ayer te alagaban.
Todo tiene un precio, lo pagas, así de fácil.
Aquí nadie me regaló nada.
Siempre así, con la cabeza arriba y aguantando la tormenta.
Más que la muerte, me asusta la mentira.
Se que cada paso cuenta.
Mi sueño me representa.
Algo por lo que tengo que luchar.
Incierta vida esta...
Renovarse o morir, debes elegir...
Poco más que decir.
Despues de, palos de ciego, golpes al aire y no dar ni una quiero pensar que tengo fortuna, pero nosé, no lo tengo tan claro.
Quizás sólo enmascaro lo malo porque no lo quiero ver.
Me quitaría de en medio a veces, eso es seguro.
Vivir lo malo cuando no hay futuro.
La fragilidad de tus palabras.
Tú sabrás que haces.
¡¿eh?!.
Ayer amé a quien hoy odio, y mañaná amaré a quien hoy odie.
Hay días en los que mis cicatrices arden.
Mensajes que provocan que se me empañen los ojos.
Rabia con una pizca de ternura.
Me crezco junto a las experiencias que me hicieron crecer.
Muere con lo falso que respiras, pero tú a mi no me tiras.
Que mejor manera de acabar que diciendo lo que hace ya años no paraba de repetir, cuando nisiquiera era verdad.
Ahora mírame, ¡y alcánzame si puedes!.

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