viernes, 4 de noviembre de 2011

Lluvia... gracias...

Llueve...llueve a mares...llueve...
y un escalofrio que parece infinito recorre todo mi tiritante cuerpo...
me siento tan feliz que hasta mi rostro se preocupa y muestra su esplendor en una sonrisa triste...
no quiero parar de escuchar jamás ese sonido fuerte que parece que rompe hasta el más silencioso de los papeles...
Hay tanta humedad que mis ojos lloran, y mis sentidos se estremecen de tantos recuerdos vacíos repletos de sueños que en aquellos charcos secos se hallan...
Una gota cae de mi tejado, preguntome donde acabará...
Quiero que todo ese agua me empape y poder desaparecer, otra vez, junto a suspiros que no sean de agotamiento o agobio monótomo...
Y la tormenta descansa un momento...y todo se silencia...
pero vuelve a apretrar y llueve...llueve a mares...llueve... parece que solo pretendía cojer más fuerzas, más ganas y más poder para volver a poner a mis sentidos nerviosos...
Abrázame, te necesito... quiero dormir entre tus brazos, así todo parece más bonito, más limpio...
Todo va tan sumamente mal y yo... me siento tan sumamente bien... respiro hondo y mi felicidad traspasa mis lágrimas acumuladas en este frio viernes...
cierro mis ojos... mi mente nisiquiera funciona, todo fluye... todo está cayendo por su propio peso, al igual que las gotas que mojan mi pelo, al fin y al cabo, la lluvia y yo, nos parecemos...

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