domingo, 6 de enero de 2013

Digestivo de sentimientos.

Llueven las lágrimas entre mis escalofríos, caen sobre el asfalto el frío de mis sombríos y pasados estíos, quebrando mi desgastada memoria entre el inmenso gentío, aun a sabiendas de que solo llénate su vacío...y aquí hállome,entre murmuros de esta cuerda tristeza, volando mis versos con cruel sutileza, fundiendo en palabras el rencor que mis manos te rezan, alejando la luna de mi desafortunada pureza, cual de la pluma su ligereza...y es que ahora hasta mis sonrisas pesan.Hoy grítole desconcertada a mis desvelos, pues agonizantes bailan entre un incierto cielo, cuyos lares ya no anhelo... sin mas pesar que su infinito tormento, sin más destino que las alas rotas de este vuelo... así me elevo, me elevo sin ir a fuego, sin callar al latido del silencio, quemando el apagado de mis versos, encendiendo la llama de mi infierno. Y dime, qué hágole a mis predestinados escritos...faltos de aliento, aspirando a ser hojas encerradas en mis cajones polvorientos...Y yo cada tíbia mañana impregno de dolor mis leves suspiros, quizás alberguen el más inmerso de los olvidos, salen a flote aquellos temblores si de más escucho algún breve latido, pues claro déjome que temor a las mentiras es mi eterno destino...dolor y pasión brindan conmigo, no pretendas de mis textos ser amigo, sí no sabes lo que llevan dentro, pues nunca me has querido.